Magí Camps Martín, jefe de edición de La Vanguardia, de Barcelona
Publicado en la revista Donde dice..., de la Fundéu
"Cuando estudiaba bachillerato, mi profesor de Física repetía a menudo que lo único con lo que no se podía experimentar en un laboratorio era con el tiempo. Hoy, en una redacción, los correctores pueden echar mano de ficheros electrónicos que permiten búsquedas inmediatas, la red está repleta de herramientas lingüísticas de prestigio y la comunicación entre especialistas es instantánea, aunque uno esté en Barcelona, otro en Madrid y el tercero en Atlanta. Los departamentos de edición han solventado dudas y han establecido grafías en sus libros de estilo a partir de las obras normativas y de toda la información que han podido recopilar. Pero el tiempo sigue sin poder alargarse al antojo. En las redacciones de los diarios, y como si fuéramos ciclistas, los correctores de estilo corremos cada día nuestra particular contrarreloj".
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