"La mayor de las calamidades para un corrector de pruebas es la amenaza de perder el trabajo. Cuando nos reunimos en la pausa de descanso, la pregunta que nos hace correr un escalofrio por la espina dorsal es la siguiente: ¿Qué harías si perdieras el empleo? Para el hombre que trabaja en los campos del ejercicio del hipódromo, cuya obligación consiste en barrer el estiércol, el supremo terror es la posibilidad de un mundo sin caballos. Decirle que es repugnante pasarse la vida traspalando cagajones calientes, es una imbecilidad. Un hombre puede llegar a sentir gran afición por la caca si su subsistencia depende de ella, si su felicidad está comprometida".
Trópico de Cáncer, Henry Miller
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