tag:blogger.com,1999:blog-61754427385180719212024-03-04T22:12:42.016-06:00El editor incomprendidoHallazgos, noticias, erratas, herratas, pifias y lamentos de quienes publican a otros, por sus pistolas o las de editoriales pequeñas o grandes, privadas o públicas, y sus encuentros y desencuentros con autores, diseñadores, lectores y libreros.Crimentalistahttp://www.blogger.com/profile/02659761649519839920noreply@blogger.comBlogger203125tag:blogger.com,1999:blog-6175442738518071921.post-82767443430313544202021-08-01T00:00:00.003-05:002021-08-22T20:07:10.517-05:00"Burbujas cientométricas"Para el debate:<br /><br />«La obsesión por encontrar métodos cuantitativos y algorítmicos para evaluar la productividad científica esconde una cobardía intelectual: la abdicación del evaluador de su responsabilidad de emitir un juicio personal sobre la calidad científica del trabajo evaluado. El evaluador termina así por convertirse en un obediente pero absurdo burócrata que se limita a aplicar fórmulas matemáticas. Sustituir el factor humano por una métrica objetiva en la evaluación de la ciencia no evitará la corrupción.<br /><br /><div>Los juicios humanos son falibles, pero al menos no promueven esta burbuja cienciométrica que amenaza con paralizar el avance del conocimiento ocultando los lingotes de oro de la verdadera ciencia bajo una enorme sobrecarga de publicaciones.»</div><div><br /></div><div>Fragmento de "<a href="https://rebelion.org/la-burbuja-de-publicaciones-cientificas-alimenta-la-infodemia/" target="_blank">La burbuja de publicaciones científicas alimenta la infodemia</a>" de rebelión.org.</div>Crimentalistahttp://www.blogger.com/profile/02659761649519839920noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6175442738518071921.post-66363308433158483832021-07-30T00:00:00.001-05:002021-08-01T23:26:40.558-05:00Roberto Calasso (1941-2021)<div><a href="http://sobreperdonar.blogspot.com/2014/09/la-marca-del-editor.html" target="_blank">Armando González Torres</a>:</div><div><br /></div> ¿Por qué es importante que la edición esté en manos de personas y no solo de organizaciones y maquinarias gigantescas y anónimas? Esta es una de las preguntas que podrían aglutinar el conjunto de ensayos de Roberto Calasso, <i>La marca del editor</i> (Anagrama, 2014). El libro no ofrece una respuesta sistemática, ni intenta ser un diagnóstico concluyente sobre el mundo editorial, pero sí establece una postura: el editor importa y su creciente exclusión por los grandes consorcios empobrece la cultura. ¿Por qué Calasso, el devorador y asimilador de mitologías, se ocupa del tema? Porque ha sido mucho tiempo director de Adelphi, la legendaria editorial italiana, dueña de uno de los más relevantes catálogos contemporáneos. No extraña que buena parte de este libro sea autorreferente y evoque el origen y evolución de su editorial, así como a algunos de sus amigos, interlocutores y competidores más entrañables. Destaca el retrato del ambiente ideológico en que su editorial se desarrolló (la acusación de seducción subliminal y disolución revolucionaria que le hacían los radicales), así como los apasionantes pormenores de las apuestas del gusto y las hechuras editoriales de Adelphi. Porque la conexión invisible entre editor, autor y lector se opera tanto por la elección del catálogo, como por los detalles más menudos de la portada, la solapa, la selección del papel o el tamaño de la tipografía. De modo que en el buen editor pueden conjuntarse una serie de virtudes como el carisma y la apertura para incorporar autores y temas; la intuición comercial para hacerlos circular y canalizarlos a sus auditorios naturales, y el rigor artesanal para crear objetos bellos, que inciten la voluptuosidad del contacto físico con el libro.<div><br /></div>Sin editor los libros son desprovistos de su parentela, de su historia, de sus conexiones más sensibles y de muchos de sus atributos materiales. Por eso, la marca del editor, dice Calasso, no es una seña mercadotécnica, sino un rasgo nacido del ejercicio del juicio. Un editor ejerce el juicio cuando revive obras del pasado que considera deben preservarse; cuando apuesta por obras nuevas cuyas potencialidades parece conocer más que los propios autores o cuando dice “no” a los prestigios postizos o a los poderosos que quieren figurar. Solo un editor que ejerce a plenitud el juicio puede cristalizar y albergar la noción de libro único (ese acontecimiento excepcional en la vida que se traslada prodigiosamente a la literatura y que, más que escribirse, sucede). De hecho, el propio editor es autor de un libro único, su catálogo conjunto, que se va publicando con diversas voces y diversos fragmentos, los cuales se van reconociendo y conectando. El gran editor no trabaja fuera del mercado, pero no se rinde al mercado: ofrece una alternativa contra el creciente fenómeno de uniformidad y banalización y una resistencia activa y gozosa a las nuevas, tan pueriles como siniestras, apologías de la barbarie.Crimentalistahttp://www.blogger.com/profile/02659761649519839920noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6175442738518071921.post-60588963863268458282021-06-01T00:00:00.002-05:002021-08-22T20:12:05.216-05:00Escritura y moralidad<p> En <a href="https://elpais.com/cultura/2021-05-19/las-editoriales-en-estados-unidos-imponen-clausulas-de-moralidad-a-los-escritores.html" target="_blank">entrevista con El País</a>, dice la escritora y crítica Francine Prose:</p><p>“Todos los agentes piden disculpas a sus clientes, pero explican que lo que está en juego es poder cerrar un acuerdo y que no se logrará a menos que acepten firmar esto. Si echamos la vista atrás uno ve lo absurdo que es pensar que los escritores deben ser un modelo de conducta: Dostoievski estuvo en prisión y a punto de ser fusilado, y Dickens tuvo uno de los divorcios más feos que se recuerdan. Pero realmente estas nuevas disposiciones tienen poco que ver con la moral; de lo que se trata es de cubrir las espaldas de las editoriales frente a un posible perjuicio económico, porque si un autor es señalado y cancelado en las redes, su libro puede volverse tóxico”.</p><p><br /></p>Crimentalistahttp://www.blogger.com/profile/02659761649519839920noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6175442738518071921.post-6596081318758844352021-05-01T00:00:00.001-05:002021-08-22T20:21:19.330-05:00Grabar todo: recordar u olvidar<p>«Los recuerdos funcionan más como una forma de autodefinición emocional —que puede ser ficticia— que como un vínculo a la verdad de los hechos. Esta “ficción” dentro de la memoria muchas veces suele llevarnos a creer que somos mejores personas, que tenemos más razón o que hacemos las cosas mejor que otros. Es el llamado concepto de disonancia cognitiva y suele ser beneficioso. “Este concepto de Leon Festinger sugiere que cuando tenemos un conflicto entre dos pensamientos, recuerdos o comportamientos marcados por nuestro sistema de creencias, ideas o emociones, tendemos a justificar la decisión final por el equilibrio de nuestra salud mental. En el caso de nuestros recuerdos podríamos asumir ciertas ficciones que no se ajustan a lo que ha ocurrido y así sentirnos mejor en nuestra psique interna en vez de asumir la responsabilidad de lo ocurrido”, explica González-Fernández.»</p><p>Juan Diego Godoy en El País: “<a href="https://elpais.com/retina/2021/01/08/tendencias/1610116397_896275.html" target="_blank">Sonríe, que va para redes”. Los costes (o beneficios) de grabarlo todo</a></p>Crimentalistahttp://www.blogger.com/profile/02659761649519839920noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6175442738518071921.post-8250994843309703162021-02-22T00:00:00.004-06:002021-02-22T00:42:24.566-06:00Edición y creatividad - Gabriel Zaid«Los milagros parecen depender de la creatividad de muy pocas personas, que se exigen más y se toman en cuenta unas a otras (no siempre amistosamente); y que, cooperando o compitiendo, suben de nivel la producción hasta entonces conformista. Y, entre esas pocas personas, tienen un papel central los editores, en el amplio sentido latino de la palabra. Muchas obras importantes nunca hubieran sido creadas sin la presencia activa de un editor que organiza la conversación y crea el ambiente estimulante para leer y escribir, ver y pintar, escuchar y componer música, discutir, criticar, investigar. La animación creadora es invisible en las mediciones del PIB, pero sube de nivel la vida y tiene un efecto multiplicador hasta en la productividad material. El editor no crea la creatividad (latente o viva en toda persona), ni la obra del creador: crea la resonancia entre capacidades diversas, empezando por la capacidad de leer creadoramente, que es la suya, y la que pone en marcha la conversación...»<div><br /></div><div>En «<a href="https://www.letraslibres.com/sites/default/files/files6/files/pdfs_articulos/pdf_art_7065_6308.pdf">Lo que pedía nacer</a>», Letras Libres, noviembre 2001. <br /><div><br /></div><div><br /></div></div>Crimentalistahttp://www.blogger.com/profile/02659761649519839920noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6175442738518071921.post-70376198809559647662021-02-05T12:07:00.000-06:002021-02-11T12:42:01.124-06:0016o. Taller de Procesos Editoriales de la UNAM<iframe style="background-image:url(https://i.ytimg.com/vi/N0pit_kGvl4/hqdefault.jpg)" width="480" height="270" src="https://youtube.com/embed/N0pit_kGvl4" frameborder="0"></iframe>Crimentalistahttp://www.blogger.com/profile/02659761649519839920noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6175442738518071921.post-15052115220599578582021-01-05T00:00:00.003-06:002021-02-11T12:41:48.888-06:00De lecturas y otras fiestas<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEik3tTAjob0XYKEWVCWIWb3iI2XAxrIwodo52iiJc15oAx4b9e4gwSLv2HE4kaePS_1FpTOqU8t5dGkxoFC6qhkzP470z0_cacx9zT42tQBBhhlTedLGgYzhyphenhyphenE_kl1mMivu2NU-hYW8mTcH/s467/delecturasyotrasfiestas.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="467" data-original-width="321" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEik3tTAjob0XYKEWVCWIWb3iI2XAxrIwodo52iiJc15oAx4b9e4gwSLv2HE4kaePS_1FpTOqU8t5dGkxoFC6qhkzP470z0_cacx9zT42tQBBhhlTedLGgYzhyphenhyphenE_kl1mMivu2NU-hYW8mTcH/w275-h400/delecturasyotrasfiestas.png" width="275" /></a></div><br /><p></p><p style="text-align: center;"><a href="https://es.scribd.com/document/488857501/De-lecturas-y-otras-fiestas">Edición descargable en PDF</a></p><p style="text-align: center;">Selección de la columna Crimentales, </p><p style="text-align: center;">que se publica los domingos en Pulso Diario de San Luis</p>Crimentalistahttp://www.blogger.com/profile/02659761649519839920noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6175442738518071921.post-39659875387374323912019-10-27T00:00:00.000-05:002019-10-30T01:24:00.410-06:00Corregir - Luis Cortés BargallóCorregir. Experto<br />
en corregir sin encontrar<br />
acierto. Dormir<br />
con un ojo abierto<br />
y el otro sumergido<br />
en los errores y rumores<br />
sin remedio.<br />
Maniobra y tijeras<br />
mordisqueando el aire<br />
y sus batallas fantasmales.<br />
¿Hay verdad oculta<br />
en los errores? ¿Evidente con<br />
rascarse hasta la carne viva?<br />
Desviarme del error<br />
y continuar con el desvío.<br />
Eso. Sin atajos. Repitiendo<br />
en un tropiezo<br />
que algo quede —me decía<br />
al oído el hueco el eco<br />
ya trepado en la pared<br />
un clavo flojo el indolente<br />
que imagina todavía<br />
tambaleando. Pero<br />
nada. Eso. Ni su alcance<br />
en desprendidos<br />
que disuelvan posibilidad y<br />
corrección y disyuntiva y<br />
¿otra cosa?<br />
<br />
Y en mitad del garabato zafio<br />
y el borrón, el desacierto. Tras<br />
la plana evaporada<br />
y sus disfraces. Te encontré<br />
sin disyuntiva<br />
lejos de la pausa<br />
desligada del retorno<br />
de <i>lomismo</i> en un disloque<br />
—a punta rota. Ahora que<br />
también podría ser feliz<br />
a veces cuando toda tú<br />
quisieras arrastrarme<br />
hasta el cobijo<br />
y la tibieza que devora<br />
error, errares y desvíos.<br />
<br />
Esa llama. En su raiz<br />
feliz a secas irradiante se diría.<br />
Cada parte de tu cuerpo<br />
levantando de raiz y de tallo. Fronda<br />
un solo rayo —de certeza sola.<br />
Las palabras que se alejan<br />
de tu cuerpo sin asirlo<br />
porque en él se deslumbraron.<br />
<br />
En su huida. Por su cuenta<br />
descendiendo de su vuelo<br />
<i>a pome penyeach</i>.Crimentalistahttp://www.blogger.com/profile/02659761649519839920noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6175442738518071921.post-19086079772358689742017-12-15T00:00:00.000-06:002017-12-15T00:00:00.190-06:00Corrige que te corrige... - Blas Ruiz Grau"Yo era un escritor estupendo por el mero hecho de haber creado una novela de setenta mil palabras. ¿Que luego cuando lo entendí y empecé a releerla (pasaron tres años) me di cuenta de que tenía párrafos de diecisiete líneas sin una sola coma? ¿Que había usado el guion corto para las conversaciones? ¿Que no había ni un solo buen uso de la coma del vocativo (entonces ni sabía qué era)? ¿Que las conversaciones eran planas e irreales? Pues empecé a corregirlo en medida de lo posible. También era cierto que para hacer una buena corrección de tu propia novela tienes que tener unos conocimientos que, o los tienes desde un primer momento porque los has adquirido con una serie de estudios, o los vas añadiendo a ti con el tiempo y la experiencia. Mi caso fue el segundo, por lo que a pesar de darle un par de vueltas, no fue suficiente. Quizá ahí debería haber estado algo más atento al tema de la corrección y haber entendido que si no tenía las nociones necesarias debería haber pedido ayuda..."<div>
<br /></div>
<div>
En <a href="https://www.zendalibros.com/corrige-que-te-corrige/?utm_source=dlvr.it&utm_medium=twitter" target="_blank">Zenda, autores, libros y compañía</a>.</div>
Crimentalistahttp://www.blogger.com/profile/02659761649519839920noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6175442738518071921.post-16538180417302919512017-12-10T00:00:00.000-06:002017-12-10T22:07:20.944-06:00doblar algo más que una comaRoberto Juarroz: <i>Poesía vertical</i> (1958) 17<br /><br />Hay que caer y no se puede elegir dónde.<br />Pero hay cierta forma del viento en los cabellos,<br /><br />cierta pausa del golpe,<br />cierta esquina del brazo<br />que podemos torcer mientras caemos.<br />Es tan sólo el extremo de un signo,<br />la punta sin pensar de un pensamiento.<br /><br />Pero basta para evitar el fondo avaro de unas manos<br />y la miseria azul de un Dios desierto.<br />Se trata de doblar algo más que una coma<br />en un texto que no podemos corregir.<style type="text/css">
p.p1 {margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; font: 12.0px Times}
</style>Crimentalistahttp://www.blogger.com/profile/02659761649519839920noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6175442738518071921.post-44712730009954666412017-11-21T00:00:00.000-06:002017-11-21T00:00:12.473-06:00De Antonio Ortuño en la Revista de la Universidad de México<blockquote class="tr_bq">
"Los correctores de estilo, como los árbitros del futbol, no son los ídolos de nadie pero sí los niños de azotes de muchos. Triste oficio, el de enderezar los yerros de aquellos que se supone que, al escribir, deberían procurar los aciertos. Y dura condición, la de quien debe leer obligado (la labor es tan ingrata que prácticamente no hay correctores de estilo voluntarios, sino casi solamente empleados o mercenarios) y llevarse, a cambio de muy pocos pesos, los gritos y embestidas de autores megalómanos, desdeñosos o confusos —pero siempre tercos—, incapaces todos, en cualquier caso, de entregar sus escritos tal y como es debido. Y de revisarlos a cabalidad. Y de consultar diccionarios. Y de…"</blockquote>
<div>
Antonio Ortuño, "Emborronados", en en el <a href="https://blog.revistadelauniversidad.mx/2017-11-20/emborronados" target="_blank">blog de la <i>Revista de la Universidad de México</i></a>.</div>
Crimentalistahttp://www.blogger.com/profile/02659761649519839920noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6175442738518071921.post-20451156340428240072017-11-12T00:00:00.000-06:002017-11-12T00:01:28.841-06:00Día Nacional del Libro y la Lectura (México) - Alexandro Roque<b>1. Borgiano</b><br />
Que otros se jacten de los libros que han escrito, y Borges se jacte de los libros que ha leído. Yo me jacto de los que he corregido y en algo he ayudado a sus autores a llevar a cabo más eficázmente su cometido.<br />
<br />
<br />
<b>2. Náufrago</b><br />
No sé qué islas desiertas me llevaría si me extraviara en un libro pero llevaría un puñado de hojas, lápiz y botellas.<br />
<div>
Va mi botella al mar en prenda. Voy por ella.<br />
<br />
<br />
<b>3. El hombre invisible</b><br />
¿Cuántas veces han ocultado, sin reproche de mi parte, mi nombre en tantos libros en los que hay algo de mí (tiempo, sinónimos, puntuación)? ¿Cuántas veces me ha dado gusto?<br />
<br />
<br />
<b>4. Compulsión</b><br />
No se puede sacar de la sangre, veneno y antódoto a la vez. Se trata de escribir, de desnudarse o imaginarse desnudo, a veces con otro cuerpo, con otra forma de ser. Sí, como en los sueños.<br />
<br />
<br />
<b>5. Oración</b><br />
Líbrame, señor, de una sola realidad. Enseñoréame, libro, de otras realidades.<br />
<br />
<b>6. Viceversa.</b><br />
Solía hablar acerca de los libros que cambiaron mi vida. Hoy se trata de las vidas que cambiaron mis libros.<br />
<br />
<b>7. Columna crimentales en el diario Pulso</b><br />
Día del Libro y la Lectura<br />
<br />
<br />
<br /></div>
Crimentalistahttp://www.blogger.com/profile/02659761649519839920noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6175442738518071921.post-66721179086246909992017-10-27T00:00:00.000-05:002017-10-27T08:03:19.378-05:0027 de octubre: Día Mundial de la Corrección«A los que escriben doctamente y para unos pocos entendidos, hombres que no temerían ni aun las críticas de Persio y Lelio, más bien los tengo por dignos de lástima que por dichosos, puesto que se hallan sometidos a un perdurable tormento; en efecto, añaden, modifican, suprimen, vuelven a escribir lo que habían tachado, insisten, rehacen, aclaran, guardan el manuscrito los nueve años de que habló Horacio antes de decidirse a publicarlo, y ni aun así están jamás del todo satisfechos. La vana recompensa de merecer las alabanzas de unas cuantas personas cómpranla a fuerza de vigilias, con grave detrimento del sueño, don dulcísimo sobre todas las cosas y a costa de fatigas y de martirios, a lo que hay que agregar el menoscabo de la salud, ruina del cuerpo; la oftalmía y aun la ceguera, la pobreza, las rivalidades del oficio, la abstinencia de los placeres, la vejez anticipada, la muerte prematura y otros sufrimientos por el estilo, males todos que el sabio juzga compensados con obtener la aprobación de algún que otro pelagatos como él...»<br />
<br />
<div>
<i>Elogio de la locura</i>, Erasmo de Rotterdam<br />
<br />
- - - - - - - - - -<br />
Para leer:<br />
<a href="https://www.mundopalabras.es/el-grave-error-de-no-corregir-una-obra-literaria/?utm_content=bufferd9eba&utm_medium=social&utm_source=twitter.com&utm_campaign=buffer" target="_blank">El grave error de no corregir una obra literaria</a></div>
Crimentalistahttp://www.blogger.com/profile/02659761649519839920noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6175442738518071921.post-78882752954385567552017-10-26T00:00:00.000-05:002017-10-27T07:10:29.770-05:00De cómo la sans-serif tomó el mundo<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="270" src="https://www.youtube.com/embed/dbpQns1WQQU" width="480"></iframe>Crimentalistahttp://www.blogger.com/profile/02659761649519839920noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6175442738518071921.post-27389444718811008182017-09-01T00:00:00.000-05:002017-09-01T00:00:34.596-05:00El lector - Roland Barthes"Un texto está formado por escrituras mú1tiples, procedentes de varias culturas y que, unas con otras, establecen un diálogo, una parodia, una contestación; pero existe un lugar en el que se recoge toda esa multiplicidad, y ese lugar no es el autor, como hasta hoy se ha dicho, sino el lector: el lector es el espacio mismo en que se inscriben, sin que se pierda ni una, todas las citas que constituyen una escritura; la unidad del texto no está en su origen, sino en su destino, pero este destino ya no puede seguir siendo personal: el lector es un hombre sin historia, sin biografía, sin psicología; él es tan sólo ese alguien que mantiene reunidas en un mismo campo todas las huellas que constituyen el escrito. Y ésta es la razón por la cual nos resulta risible oír cómo se condena la nueva escritura en nombre de un humanismo que se erige, hipócritamente, en campeón de los derechos del lector. La crítica clásica no se ha ocupado nunca del lector; para ella no hay en la literatura otro hombre que el que la escribe. Hoy en día estamos empezando a no caer en la trampa de esa especie de antífrasis gracias a la que la buena sociedad recrimina soberbiamente en favor de lo que precisamente ella misma está apartando, ignorando, sofocando o destruyendo; sabemos que para devolverle su porvenir a la escritura hay que darle la vuelta al mito: el nacimiento del lector se paga con la muerte del Autor".Crimentalistahttp://www.blogger.com/profile/02659761649519839920noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6175442738518071921.post-74954904972687046922017-06-05T00:00:00.000-05:002017-07-20T08:58:49.797-05:00El temor a la errata<div style="text-align: center;">
"El temor a la errata es la única inmoralidad </div>
<div style="text-align: center;">
que puede cometer un escritor </div>
<div style="text-align: center;">
que escriba con libertad y libertinaje". </div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
Ramón Gómez de la Serna</div>
Crimentalistahttp://www.blogger.com/profile/02659761649519839920noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6175442738518071921.post-55648893101809135422017-05-01T00:00:00.000-05:002017-05-04T00:20:06.218-05:00El islote deseable - El Pobrecito Hablador"El editor que mejora al autor es, hasta cierto punto, el islote deseable", escribe <i>el Pobrecito Hablador</i> en <i>Zenda</i>, en "<a href="http://www.zendalibros.com/borreme-editorial-memoria/#.WQIN0ONhPhY.twitter" target="_blank">Bórreme de su editorial y su memoria</a>". A propósito de algunas recientes polémicas en las redes releo ese artículo y comparto lo que, dice <i>el Pobrecito Hablador</i>, pasó con Raymond Carver:<br />
<div>
<blockquote class="tr_bq">
"Cuando se cumplieron diez años de la muerte del cuentista norteamericano, su editor, Gordon Lish, y su viuda, Tess Gallagher, alegaron, ni más ni menos, que fueron ellos quienes habían moldeado y confeccionado por completo la obra de Carver. Ellos habían aportado ideas, corregido y reescrito sus relatos casi por completo.<br />
El periodista D.T Max fue de los primeros en husmear, reconstruir publicar todo el asunto. Intrigado por aquello, el reportero de <i>The New York Times</i> fue a Bloomington a visitar una biblioteca a la cual Gordon Lish había vendido todas las cartas y los escritos a máquina de Carver en los que estaban incluidas sus correcciones. D.T Max fue y revisó. Leyó uno de los libros de Carver (<i>De qué hablamos cuando hablamos de amor</i>) e hizo cuentas. Resultado: en su trabajo de editor, Gordon Lish había eliminado casi el cincuenta por ciento del texto original de Carver y había cambiado el final a diez de trece cuentos. Con el tiempo, los lectores descubrieron que Lish había quitado a Carver el excesivo sentimentalismo y dio a sus personajes esa especie de planicie emocional y verbal que tanto se asocia al estilo del escritor, así como esos finales abruptos con que terminaba los relatos..."</blockquote>
Y sí, creo que el buen editor es el que, invisible, hace brillar un texto. </div>
Crimentalistahttp://www.blogger.com/profile/02659761649519839920noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6175442738518071921.post-47349828544331467232017-04-26T00:00:00.000-05:002017-05-04T00:01:36.799-05:00“Se acabó Sant Jordi para mí” - Andreu Martin«Las leyes del mercado me han puesto en mi sitio. Ha quedado claro que a mis casi 50 años de profesión no he hecho méritos suficientes para ganar determinados premios, para ser considerado publicable en determinadas editoriales ni para que la radio y la televisión consideren que la aparición de un libro mío sea un acontecimiento.<br /><br />»Continuaré escribiendo, porque no puedo evitarlo y porque me debo a los lectores que me animan y me miman, y nos encontraremos siempre que quieran y me llamen, pero que no me esperen donde no me corresponde. No en los asientos reservados para “best-sellers”, no en “diadas-realities” exclusivas de quien vende más, no en los premios que solo premian a premiables, no en páginas culturales demasiado exquisitas para mí.<br /><br />»Este año, lectores míos, no estaré en los puestos de firmas de las Ramblas. Ah, y basta ya de llamarme maestro o número uno en nada. En el actual mundo del libro, los maestros son los que más venden, y no conviene que yo me crea que soy lo que no soy.<br /><br />»No sé cómo será vuestro mundo cultural ideal, pero éste no tiene nada que ver con el mío.»<div>
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Carta al director del diario <i>El Periódico de Catalunya.</i>Crimentalistahttp://www.blogger.com/profile/02659761649519839920noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6175442738518071921.post-39118687854968225462017-03-09T20:00:00.000-06:002017-03-09T20:00:21.457-06:00Nuevo oficio editorial: lector de sensibilidadA manera de los defensores de las audiencias, quiero creer, algunas editoriales han optado por contratar o asignar a alguno de sus editores la tarea de "lector de sensibilidad", en estos tiempos en que cualquier detalle, caracterización o escenario puede ser visto como "atentatorio". Según se nos explica en <a href="http://www.lecturalia.com/blog/2017/03/09/libros-ofensivos-llegan-los-lectores-de-sensibilidad/" target="_blank">Lecturalia</a>,<br />
<blockquote class="tr_bq">
La mayoría de estos lectores están trabajando para autores que están desarrollando su novela, para que, desde un principio, los personajes y situaciones no sean irreales u ofensivas, pero algunas editoriales ya están utilizando este tipo de filtros para seleccionar sus manuscritos. En un mundo donde un sencillo tuit de denuncia puede desatar una tormenta mediática, no es de extrañar que muchos quieran tanto cubrirse las espaldas como aprender de sus errores.</blockquote>
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El debate sobre la libertad creativa, sobre el respeto al otro, está en la mesa. Hay quienes hablan de <a href="http://pulsoslp.com.mx/opinion/tobi-y-compania/" target="_blank">autocensura</a>, o de mutilación de obras fundamentales de la literatura universal, y la consecuente <a href="http://www.canarias7.es/blogs/bardinia/2015/09/las-imposibles-lolitas-de-hoy.html" target="_blank">no publicación</a> de obras geniales pero políticamente incorrectas. Pero como apunta <a href="https://alexandroroque.blogspot.mx/2017/03/acerca-de-la-empatia.html" target="_blank">Ryan Holiday</a>, no podemos dar gusto a todas las opiniones. Es hasta peligroso. Se vale comentar.</div>
Crimentalistahttp://www.blogger.com/profile/02659761649519839920noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6175442738518071921.post-32955072026086834562017-03-08T00:00:00.000-06:002017-03-08T12:26:29.355-06:00Tabla periódica de la ortografía<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh5nkMayRvKWLBGaGqiZ5x5UpUfMayAoDkp0-2CaVSVLReo5VyGCnOqlhwxI0D0SKmEP0LCG_VBnD5lyIGRRT0UtAdUmXfWT_-LGCwJofrOeH9eOGfrrNpsabs3mUtVXE8Jgbt0nsiok6xe/s1600/C54i9AcU4AAB3-N.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="235" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh5nkMayRvKWLBGaGqiZ5x5UpUfMayAoDkp0-2CaVSVLReo5VyGCnOqlhwxI0D0SKmEP0LCG_VBnD5lyIGRRT0UtAdUmXfWT_-LGCwJofrOeH9eOGfrrNpsabs3mUtVXE8Jgbt0nsiok6xe/s400/C54i9AcU4AAB3-N.jpg" width="400" /></a></div>
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Gran aporte de Juan Romeu en <a href="https://sinfaltas.com/" target="_blank">Sin Faltas</a>.Crimentalistahttp://www.blogger.com/profile/02659761649519839920noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6175442738518071921.post-56395526584789744542017-02-21T00:00:00.000-06:002017-02-21T16:16:36.119-06:00De párrafos y líneas en blanco (Jorge de Buen Unna)«El autor debe determinar cuidadosamente la extensión de los párrafos. A primera vista, y antes de leer, el perceptor descubre en estos bloques de palabras amalgamadas uno de los primeros significados. Si son cortos, los párrafos adquieren tenuidad y ligereza, y estimulan al lector, invitándolo. Cuando largos, dan una impresión de mayor densidad y exigen más concentración.<br />
<br />
»Un escrito bien compuesto se vale de la retórica y ciertos auxilios técnicos para facilitar el acercamiento entre el autor y el perceptor. Los cambios de renglón, la renovaci6n de párrafos, la aparición de un renglón en blanco...; en fin, todas las interrupciones en el texto, cuando tienen razón de ser y responden a un planeamiento adecuado, funcionan como estímulos en el ánimo del lector.<br />
<br />
»Para el diseñador editorial, la primera tarea debe ser intentar comprender la estructura de la obra, si es que el autor atinó a prestarle alguna. En sus primeros acercamientos con el texto, el editor tendrá que reconocer la participación de cada párrafo en la jerarquía, marcando aquellos en los que deben tenerse consideraciones especiales. En seguida hará un recuento de los diversos patrones que necesita crear, construyendo una lista ordenada por categoría o rango.<br />
<br />
»El texto es, con mucho, la mayor parte de una obra normal; por ende, sus características determinan las de los demás rangos. Algunos editores utilizan letras de mayor tamaño que las del texto para los órdenes superiores, mientras otros prefieren denotar la organización dejando áreas blancas de diversas dimensiones, arriba y abajo de los párrafos destacados. Por lo general, los órdenes inferiores se denotan con letras más pequeñas...»<br />
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En <i>Manual de diseño editorial</i> (Santillana, 2000)</div>
Crimentalistahttp://www.blogger.com/profile/02659761649519839920noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6175442738518071921.post-34003285529777320592017-02-19T18:00:00.000-06:002017-02-21T16:16:54.151-06:00De originales perdidos (Umberto Eco)—¿No se habrá asustado al ver a Gudrun? —dijo.<br />
<br />
—¿Gudrun? ¿Esa... señora?<br />
<br />
—Señorita. No se llama Gudrun. La llamamos así por su aspecto nibelúngico y porque habla de un modo vagamente teutónico. Quiere decirlo todo en seguida y ahorra vocales. Pero tiene el sentido de la <i>justitia aequatrix</i>: cuando escribe a máquina ahorra consonantes.<br />
<br />
—¿Qué hace aquí?<br />
<br />
—Todo, desgraciadamente. Mire usted, en cada editorial hay alguien que es indispensable porque es la única persona capaz de encontrar las cosas en medio del desorden que genera. Pero al menos cuando se pierde un original se sabe quién tiene la culpa.<br />
<br />
—¿También pierde los originales?<br />
<br />
—No más que otros. En una editorial todos pierden los originales. Creo que ésa es la actividad principal. Sin embargo, hay que tener un chivo expiatorio, ¿no le parece? Lo único que le reprocho es que no pierda los que yo quisiera. Percances desagradables para lo que el bueno de Bacon llamaba <i>The advancement of learning</i>.<br />
<br />
—Pero, ¿dónde se pierden?<br />
<br />
—Perdone —dijo, extendiendo los brazos— pero ¿se da usted cuenta de lo tonta que es su pregunta? Si se supiese dónde, no estarían perdidos.<br />
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Umberto Eco, <i>El péndulo de Foucault.</i></div>
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Crimentalistahttp://www.blogger.com/profile/02659761649519839920noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6175442738518071921.post-45113434629405393152017-02-16T00:00:00.000-06:002017-02-16T00:00:10.403-06:00El infierno editorial (Carlo Fabretti)«El infierno era un laberinto de libros. —De los muchos caminos por los que se puede ir de un libro a otro —me advirtió el bibliotecario— sólo podrás seguir el más obvio y directo: el de la mención explícita. Es decir, para salir del libro que estés leyendo (lo hayas terminado o no, eso es asunto tuyo: obligarte a leer en contra de tu voluntad sería un tormento excesivo incluso para el infierno) y pasar a otro, en el primero tiene que nombrarse el segundo. No basta una mera cita o una referencia a los personajes o al autor: se ha de mencionar el libro mismo para que sea posible acceder a él.<br /><br />No me sorprendió que el infierno fuera una biblioteca. Subir la piedra de la ignorancia por una montaña de libros, sin alcanzar nunca la cima del conocimiento, es la más refinada versión del suplicio de Sísifo.<br /><br />—La biblioteca es inmensa, como puedes ver —dijo el demonio—, y crece sin cesar; pero tiene un pequeño defecto: carece de fichero. Hacerlo será tu cometido.<br />—Eso es tarea del bibliotecario —objeté.<br />—Cierto. Y sólo el bibliotecario puede salir de aquí; por lo tanto, si quieres recobrar la libertad, tienes que asumir su función. Mejor dicho, tienes que consumarla. Deberás hacer fichas precisas y detalladas de todos los libros, lo más completas posible…<br /><br />Empecé haciendo fichas convencionales: autor, título, editorial, año de edición, número de páginas… Pero estas fichas de bibliotecario resultaban demasiado áridas, y como la mera consignación de datos técnicos dejaba bastante espacio en blanco, empecé a añadir breves resúmenes del contenido de cada obra. Luego incluí también el índice y una selección de las frases más notables, lo que me obligó a utilizar varias fichas por libro.<br /><br />—¿Tantos plagios hay que tienes que ponerlos en doble fila? —le pregunté al bibliotecario.<br />—Hay muchos, desde luego, pero aquí abajo no tenemos problemas de espacio. Los libros que hay detrás son los que han sido saqueados por el plagiario —me explicó mientras introducía la nariz (alargada hasta convertirse en una flexible probóscide) en el hueco y extraía el libro en cuestión: <i>Penrod and Sam</i>, del injustamente olvidado (también por mí, debo admitirlo) Booth Tarkington<br /><br />El siguiente pozo tenía unos cincuenta metros de diámetro, y no reinaba en él el silencio propio de las bibliotecas, pues muchos de los libros se revolvían en sus anaqueles con el sordo rumor del papel inquieto. Otros, por el contrario, permanecían lánguidamente inclinados o tumbados, como si les resultara fatigosa la posición vertical.<br /><br />Todo ser humano es, cuando menos, un libro electrónico, un e-book grabado en el disco blando (ma non troppo) de sus propios circuitos neuronales. Y en el caso del <i>homo legens</i>, ese biolibro crece al amor (o al odio) de otros libros, lucha y se funde con ellos, y a veces esta (con)fusión resulta fecunda… —Esse est legere —concluyó el demonio indicándome con un gesto <i>El Libro Infierno</i>.»<div>
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Fragmento publicado en <a href="https://universoabierto.org/2017/02/08/la-biblioteca-infierno-y-el-demonio-bibliotecario/" target="_blank">Universo Abierto, Blog de la biblioteca de Traducción y Documentación de la Universidad de Salamanca</a></div>
Crimentalistahttp://www.blogger.com/profile/02659761649519839920noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6175442738518071921.post-49177180160603135752017-02-15T13:00:00.000-06:002017-02-21T16:17:09.217-06:00El diseño como género literario (Brian LaRossa)«"De alguna manera, los grandes editores hacen las preguntas correctas o te plantean cosas que te llevan a escribir mejor. Es un baile entre tú, tus personajes y tu editor". -La autora ganadora del Premio Newbery, Patricia MacLachlan<br />
<br />
»Si podemos primeramente estar de acuerdo en que el lenguaje de la edición es una disciplina literaria, entonces la idea de que el lenguaje del diseño también es literario se hace más fácil de digerir. Cambiar el sujeto en el párrafo anterior no perjudica su lógica: "[Los diseñadores] aportan forma a las palabras de un escritor como un escultor trae forma a la piedra". Los mejores diseñadores añaden nuevas capas de significado al texto que forman, son capaces de imbuir la inmediatez de una sola palabra con la narrativa. Escritores, editores y diseñadores hablan el mismo idioma y ese idioma es el lenguaje. Por el contrario, y contrariamente a la creencia popular, los diseñadores tienen menos en común con los artistas que se agrupan en la escuela de arte...»<br />
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"Graphic Design is a Literary Discipline", en <i><a href="http://designobserver.com/feature/graphic-design-is-a-literary-discipline/39508/" target="_blank">Design Observer</a></i>Crimentalistahttp://www.blogger.com/profile/02659761649519839920noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6175442738518071921.post-26786265986537618432017-01-23T00:00:00.000-06:002017-01-23T00:07:06.807-06:00Roger Chartier: ¿Qué es un libro?<div>
<a href="http://confabulario.eluniversal.com.mx/roger-chartier-o-las-divergencias-entre-las-culturas-impresa-y-digital/" target="_blank">En Confabulario de El Universal</a></div>
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«Es una pregunta antigua, Kant la había formulado en un texto de finales del XVIII, y respondió: un libro es un objeto material, un <i>opus mechanicum</i>, decía, resultado del trabajo de un taller tipográfico; y es un discurso, es el libro de Umberto Eco o es el libro de Gustave Flaubert. Hay una relación indisociable entre un objeto material —que distinguimos inmediatamente de los otros objetos de la cultura escrita (el periódico, una revista, un cartel)—y el discurso, que también tiene una serie de diferencias con otros discursos (no es un artículo, no es una carta, no es un panfleto). Es esta identidad entre la materialidad del objeto y la naturaleza del discurso lo que ha definido qué es un libro.<br /><br />»Luego de la aparición del códice (el libro compaginado que reemplazó a los rollos) y de la imprenta de Gutenberg, la irrupción de lo digital es la tercera revolución en nuestra relación con la escritura. La singularidad del nuevo momento es que por primera vez el texto se separa de su soporte. O sea, en una pantalla cualquier texto se lee igual, no importa si se llama diario, libro o carta. Además, mientras el códice impone una unidad —el libro que tenemos en las manos—, la lectura en pantalla es discontinua, segmentada, hipertextual. Es como un “banco de datos”, no implica la comprensión de la obra en su totalidad.<br /><br />»En la lógica digital los textos son móviles, maleables, abiertos; permiten al lector intervenirlos, transformarse en escritor; todo en el mismo aparato. Son palimpsestos que siempre se reescriben y que hacen desaparecer la identidad de la autoría… la autoridad de la autoría, agregó el historiador. O sea, la versión electrónica de un libro no es el mismo libro; tampoco la de una revista o un diario: En el formato impreso se sigue una lógica tipográfica, coexisten en el mismo objeto varios textos. Se puede viajar de un artículo a otro; lo mismo con el diario. La coexistencia de varios artículos es esencial para mostrar un proyecto intelectual, cultural, ideológico. La lógica digital es enciclopédica.Crimentalistahttp://www.blogger.com/profile/02659761649519839920noreply@blogger.com0