domingo, 3 de febrero de 2013

Un decálogo para el editor

Del blog de Jaime Corrales: 

1. No harás portadas grandilocuentes. Por la tapa se sabe lo que hay detrás: a más color y tipografías más grandes, contenidos menos sustanciales. Una portada debe identificar de manera inmediata la editorial a partir de un diseño reconocible. Hay clásicos rotundos en este sentido (Anagrama, El Acantilado, Tusquets, algo menos Alfaguara) y nuevos que recogen el mismo espíritu (Libros del Asteroide). Pero muchas editoriales jóvenes, para romper esquemas, utilizan gráficos pretendidamente modernos que sólo despistan al lector y jamás logran identificarse como sello.

Los otros nueve mandamientos pueden leerlos por acá.